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Juzgar a las mujeres por su físico te va a hacer perder muchas experiencias necesarias para tu progreso

Algo que afecta bastante el progreso de la mayoría de hombres es que caen en el “limbo”. El limbo es una trampa mental bastante peligrosa, es una defensa que el ego crea para no evolucionar y no exponerse al riesgo. Esto es algo que me afectó a mí durante un buen tiempo.

Cuando no tienes mucha experiencia con las mujeres es bastante común que crees una identidad de alguien que tiene mucha más experiencia y confianza de la que en verdad posees. Esto es un mecanismo de defensa (bastante perjudicial) para no tener que lidiar con el dolor de enfrentar la verdad.

Lo que le sucede a la mayoría es que dentro de esta identidad de “hombres experimentados” que se crean, no aceptan estar con mujeres feas ni tampoco promedio. Hablando en términos de la comunidad no aceptan interactuar con mujeres que fisicamente sean menos de 8 en la escala del 1 al 10.

La identidad que su ego creó no les permite interactuar con mujeres que sean menos de un 8 porque se creen hombres muy valiosos. Cualquier mujer que sea menos de un 8 no está a la altura suficiente para ellos. Por supuesto que esto es una trampa diseñada por su mente para mantenerlos dentro de su zona de comodidad, es algo totalmente irreal.

Cuando tienes poca experiencia social una de las cosas más difíciles que existe es hablar con mujeres que están buenísimas, es decir que estén por encima de un 8 (sigo utilizando esta escala para explicar mejor la idea). Hablar con una mujer espectacular se siente como enfrentar a un león con una lanza cuando no tienes mucha experiencia.

Entonces lo que le termina pasando a los hombres que se crean esta identidad y tienen poca experiencia es que prácticamente no interactúan con las mujeres. No hablan con las mujeres que consideras feas o promedio porque creen que no están a su altura, pero cuando tienen la oportunidad de interactuar con una mujer que está buenísima entonces tampoco lo hacen por miedo.

A esto es lo que le llamo estar en el limbo, cuando te quedas atrapado en tu mente por creerte mucho mejor de lo que en verdad eres. El mayor problema es la cantidad de oportunidades que desperdician, la mayor excusa que tienen este tipo de hombres es “no me gusta tanto” o “no está tan buena”. Si sales con ellos y le dices que aborden a una mujer te responden “no es tan bonita” o “no me gusta tanto”.

Como viven atrapados en una imagen mental creada nunca son capaces de tomar una acción que contradiga esa identidad, afrontar la verdad es muy difícil para ellos, significaría aceptar que no son tan buenos como ellos piensan y que han estado equivocados sobre quienes son en realidad.

Lo que yo hice cuando me di cuenta de que me estaba pasando esto fue que empecé a ir por cualquier mujer que me despertara deseo o atracción. Recuerdo que fue algo difícil de afrontar, habían momentos en los que salía a la discoteca con amigos y veía a una mujer que no era tan bonita pero que me gustaba, bien sea por su estilo, su forma de moverse o por lo sexy que era.

En esos momentos me daba pena ir tras ella por miedo a que mis amigos pensaran que mi nivel es bastante bajo por ir tras mujeres promedio. En realidad eran puros pensamientos estúpidos creados por mi ego. Así que lo que empecé a hacer es ir por cualquier mujer que me llamara la atención o me despertara deseo sin importar lo que nadie pensara, bien sea amigos, familiares, desconocidos o cualquier otra persona.

A medida que empecé a hacer esto fui destruyendo esa identidad ridícula de hombre experimentado que había creado como mecanismo de defensa. Además que irónicamente empecé a adquirir muchísima experiencia con las mujeres. Conocí mujeres espectaculares y tuve experiencias increíbles que me ayudaron a crecer. Si hubiera desperdiciado esas oportunidades por creerme superior nunca hubiera podido progresar tanto.

Este tipo de defensas las creamos por miedo, buscamos protegernos de ser heridos por los demás. También buscamos tapar el dolor provocado por aceptar la falta de experiencia y confianza que tenemos. Como hombres no nos gusta aceptar que somos débiles, nos gusta creernos que somos fuertes y buenos con las mujeres.

Este tipo de defensas destructivas del ego que nacen de una posición interna de miedo solo crean división. En este caso empiezas a ver a las mujeres como premios de estatus social, solo quieres hablar y conocer a las que están más buenas para que los demás te admiren. A medida que te empiezas a creer más esta mentira empiezas a crear más división, empiezas a ver a cierto tipo de personas como “buenas” y otras como “malas”. En este caso cualquier mujer que sea menos de un 8 es “mala”.

Cuando uno tiene una visión tan miedosa y dividida del mundo es muy difícil relacionarse con los demás, siempre andas a la defensiva y tratando de proteger esa identidad que has fabricado en tu mente, te desconectas de la energía que te vuelve verdaderamente efectivo socialmente y con las mujeres, la cual es la energía de amor.

Con amor me refiero a la capacidad de actuar en base a lo que sientes y no a una imagen mental que tu ego ha creado. Actuar con amor significa que cuando ves a una mujer que te gusta, bien sea por la razón que sea, no te importa su raza, su estatus social, su nivel de educación o lo que vayan a pensar los demás si le hablas, sencillamente actúas en base a ese sentimiento interno que te llama a conectarte con ella.

Cuando tienes la capacidad de hacer esto eres una persona que tiene coraje, eres una persona que sabe seguir a su corazón y actuar a pesar del miedo o de las limitaciones de las demás personas. Para ser bueno con las mujeres necesitas esa capacidad de tomar tus decisiones en base a lo que quieres y sientes y no en base a lo que vayan a pensar los demás de tu decisión.

Otra cosa que olvidan los que caen en el limbo es que si no son capaces de atraer a una mujer promedio mucho menos van a ser capaces de atraer a una mujer que está buenísima. Si no puedes iniciar una conversación, liderar la interacción, besar, hablar por mensajes, llevarla al hotel o a tu casa para tener sexo; si no sabes hacer esto con mujeres que no son tan bonitas, mucho menos vas a poder ser capaz de hacerlo con mujeres que están buenísimas.

El juego es el juego, si no sabes jugar no esperes aparecer en las grandes ligas de una y botarla de jonrón. Para ser bueno en algo tienes que jugar bastante, si no juegas no progresas y la mejor forma de jugar al principio es yendo tras mujeres que te gusten pero que sientas que son posibles de conquistar.

Así que si no tienes mucha experiencia no caigas en el limbo, evita esta trampa a como de lugar. Mantente muy atento y consciente para identificar si esto es algo que te está pasando. Sé que admitirlo puede ser bastante difícil pero te va a ahorrar muchísimo tiempo, te va a permitir seguir creciendo.

Comprométete a ir tras cualquier mujer que te provoque deseo o te llame la atención, no te pongas la excusa de que no puedes ir tras ella porque no está buenísima. Recuerda que para mejorar tienes que practicar, disfruta el proceso como si fuera la meta en sí. En el camino vas a encontrar mujeres muy valiosas que te van a enseñar lecciones que necesitas aprender.

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Francisco Martínez

Francisco es fundador e instructor de Atracción Real

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