La experiencia te entrena automáticamente a dar el próximo paso en tu desarrollo con las mujeres. Todos tenemos cierto nivel de habilidad con el que nos sentimos cómodo. Cuando intentamos hacer cosas más allá de ese nivel sentimos una gran resistencia.

Vamos a suponer que cada vez que sales eres capaz de abordar mujeres sin problemas. Se te hace fácil iniciar conversaciones y también sabes sacarlas a bailar sin problema pero a lo hora de escalar fisicamente te cuesta mucho, te cuesta darle un beso.

Entonces, cada vez que salgas se te va a ser fácil iniciar interacciones pero te va a costar mucho escalar. Si te mantienes saliendo constantemente vas a notar como cada salida te ayuda a dar el siguiente paso. Después de varias salidas seguidas yéndote a tu casa sin poder besar a la chica que te gustaba tu mentalidad empieza a cambiar, en vez de decirte a ti mismo “no creo que pueda hacerlo” te empiezas a decir “no me va a volver a pasar”.

Las salidas en las que no pudiste escalar cuando querías hacerlo con alguna chica que te gustaba sirven como ayuda emocional para tu progreso. Todas esas experiencias frustrantes sirven como apalancamiento para prepararte a actuar. Llega un punto en el que te dices a ti mismo “no me va a volver a pasar” y empiezas a actuar y a salir de tu zona de comodidad.

De esa forma es que la experiencia siempre te guía a dar el siguiente paso pero solo si mantienes saliendo constantemente.

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