No hace mucho me pasó algo que me recordó lo importante que es saber manejar tus emociones. Estaba en una discoteca con un amigo. Como a mitad de la noche yo saco a bailar a una chica que me llamó la atención. No recuerdo exactamente que le dije pero recuerdo que la abordé bastante bien, le dije algo divertido y ella se empezó a reir. Empezamos a bailar y a los pocos segundos me doy cuenta que ya estaba bastante atraída por como bailaba.
Mientras bailamos yo le pregunto con quien vino. Ella me dice que con una amiga y señala a una chica que estaba cerca de nosotros bailando sola. A los pocos segundos veo que se acerca mi amigo y yo le digo que saque a bailar a la amiga de ella, lo cual hace.
A los pocos minutos de estar bailando salimos los cuatro a la parte al aire libre de la discoteca. Empezamos a hablar los cuatro y hasta ese momento todo estaba saliendo bien, nos estábamos divirtiendo. Después de hablar un tiempo entramos de nuevo los cuatro a bailar. Esta vez hicimos una mini rueda los cuatro y empezamos a bailar separados.
En ese momento las cosas empiezan a cambiar. Recuerdo que empecé a dejar de divertirme, empecé a pensar mucho y meterme en mi mente. Se me vinieron pensamientos como “vas muy lento ya deberías haberla besado”. Sentí que no había aprovechado la oportunidad de escalar al principio enseguida la saqué a bailar, ella estaba dispuesta pero yo dudé de avanzar.
Seguimos bailando los cuatro pero mi actitud era diferente, estaba más apagado. Esto es algo con lo que uno tiene que aprender a lidiar, el verdadero reto para ser bueno con las mujeres es nunca autosabotear tu propio éxito. Si en el proceso de conocerla empiezas a prestarle atención a pensamientos negativos como los que yo estaba teniendo en ese momento entonces todo se arruina. Uno siempre tiene que conversarse enfocado en lo que quiere y en divertirse.
A pesar de haber entrado en ese estado negativo por unos minutos pude superarlo. Empecé a bailar con más intensidad y asumí una actitud de diversión de nuevo. Después de recuperarme de ese pequeño bajón me acerqué a la chica mía y empecé a bailar con ella. Recuerden que estábamos bailando los cuatro pero separados. Pero cuando empezamos a bailar ella me aleja un poco, es decir ya no quería bailar pegado sino un poco separados. Metió el freno de mano jaja.
Yo lo tomo normal y empiezo a bailar alejado de ella como antes. A los pocos minutos me acerco a ella de nuevo para bailar pegado pero me vuelve a separar. En ese momento me molesté, me separé de ella y empecé a ver al rededor buscando a la chica que tuviera más cerca para empezar a bailar con ella. No vi ninguna cerca y mientras estoy viendo al rededor ella me pregunta “¿qué haces?” con una actitud como si se sintiera rechazada, yo le respondo “estoy buscando a una chica para bailar ya que tu no quieres bailar”. Ella me responde “pero ven baila conmigo”.
Empezamos a bailar de nuevo y esta vez no se separaba pero aun así la notaba cerrada. Después ella fue a pedir un trago o fue al baño, no recuerdo bien. Yo me quedé con la amiga de ella, mi amigo no había avanzando con ella y se había ido. En ese momento decido no seguir adelante con la que estaba por como estaban las cosas. Así que mientras ella estaba pidiendo su trago yo abordé a un grupo de tres mujeres que estaban cerca.
Pero mi actitud era diferente, estaba un poco molesto por lo que había pasado. Las siguientes mujeres que abordaba lo hacía con una actitud muy reactiva. Recuerdo que me acerqué a una que estaba sola, empezamos a hablar y a los pocos minutos le digo para entrar a bailar, ella me dice que no quiere porque estaba cansada, yo le respondo algo que no recuerdo y enseguida me fui, pero lo hice a propósito como buscando castigarla por no querer bailar.
Seguí sintiéndome así durante un rato hasta que asumí una perspectiva diferente, recordé que la rabia se puede utilizar a favor de uno, en vez de tratar de resistirme me dije a mí mismo “voy a aprovechar que me estoy sintiendo así para tomar la mayor cantidad de acción que pueda”. Así que empecé a abordar a cualquier mujer que vi, enseguida terminaba una interacción abordaba la siguiente mujer que veía sin pensarlo dos veces.
Esto me ayudó a aprovechar bastante la noche, ese día había estado algo flojo, pero utilicé la rabia que sentía para darme un empujón y canalizarla para algo bueno.
El punto es muchachos que la rabia siempre se puede utilizar para tomar acción constructiva, a la mayoría de nosotros nos han condicionado que estar molestos es malo y por eso cada vez que sentimos rabia intentamos reprimirla. Utilizar tu rabia para agredir a los demás es una estupidez, pero canalizar de una forma constructiva que te lleve a tomar acción para conseguir lo que quieres es algo muy inteligente.
Sin embargo esto no es excusa para dejar de prestarle atención a las razones por las cuales te estás sintiendo molesto. Sentir rabia o miedo son síntomas de que no estás gestionando bien tus emociones, es un indicador de que estás con una actitud que busca tomar de los demás en vez de aportar.
En este caso yo me molesté con la chica de la historia porque estaba esperando algo de ella, estaba esperando que se comportara de cierta forma conmigo, cuando no lo hizo entonces me molesté. Estaba buscando tomar de ella, que ella me aceptara y cumpliera las expectativas que yo tenía, lo cual siempre es una posición sumamente negativa.
Así que cada vez que estés socializando e interactuando con personas ten en cuenta que sentir emociones fuertes de rabia o miedo son indicadores de que tienes cosas que arreglar dentro de ti, de que estás teniendo una perspectiva muy negativa de las cosas. Sin embargo, lo mejor que puedes hacer cuando estés molesto y no puedas recuperar tu estado positivo es canalizar esa emoción en acción.
Al tomar acción tienes que tener cuidado porque puedes caer en una actitud agresiva, si sientes que estás siendo muy agresivo abandona la interacción en la que estés inmediatamente y empieza con otra. De esta forma vas a empezar a tomar a acción pero también vas a ser cuidadoso de no atacar a los demás. A medida que vayas actuando vas a ir canalizando la rabia en emociones positivas, ya que estás tomando acción e interactuando con los demás, lo cual automáticamente te va a poner en un estado positivo. De esta forma es que puedes aprovechar algo negativo y utilizarlo a tu favor para convertirlo en algo positivo.
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